Cocktails 3rd Edition.
Siguiendo la estela de Marco Polo.
Después de visitar Samarcanda.
La esperadísima nueva carta de cócteles de Slow se ha ideado a partir del Grand Tour de la Ruta de la Seda. Un viaje iniciático para el paladar occidental donde hemos consagrado nuestra visión de la coctelería, fusionándola con la cocina, siempre desde el punto de vista de los destilados. La carta la han desarrollado con tenacidad, cariño y entrega Francesc Bretau y Francesc Galera, siempre fieles a la mezcla de lo clásico y lo canalla que ha sido Slow desde sus inicios hace ya casi 5 años.
¿Cómo evolucionan los cócteles cuando les añadimos sabores propios de los elementos sólidos, alimentos y especias, no solo como aromatizantes sino dentro del propio cóctel? Esta tendencia que ya apuntábamos en la carta anterior (véase Las Ramblas, Un Cappuccino o Costa Brava), la hemos expandido hasta otro nivel. La parte sólida no se concibe como un maridaje, sino que forma parte inseparable de la experiencia del cóctel.
Los ingredientes de los cócteles incluyen numerosos licores infusionados en frío y caliente, siropes home-made, aires y espumas. También, por supuesto, licores de los países de origen de este viaje. La elaboración completamente artesanal de algunos ingredientes contrasta con el uso de técnicas rotundamente modernas como el enfriamiento con nitrógeno líquido, o el hielo seco.
El contrapunto es una provocación. En esa manera de entender la coctelería (o sea, vs. el balanceo) el cóctel se presenta de una manera (tal vez un olor intenso, o un aspecto que anticipa un sabor concreto…) pero se termina de forma distinta: el sabor resulta ser suave, o completamente inesperado. Ese contraste, ese jugar con el consumidor (o comensal, si preferís), a nosotros nos encanta. Va en la sangre.
Nuestra Ruta de la Seda nos llevará desde el lejano oriente (China, Japón), pasando por las estepas de Mongolia y Rusia, sur y sudeste asiático (Vietnam, Siam, India, o Pakistán), el Oriente Medio (Persia, Jordania, Egipto, Turquía), hasta las orillas mediterráneas de Grecia, Túnez, Marruecos e Italia, o las costas búlgaras del mar Negro.
De los países en los que apenas hay tradición de alcoholes, hemos trabajado en cambio con su tradición culinaria. Los destilados escogidos respetan tanto el original como los ingredientes mezclados. No pretendemos que los cócteles pudiesen haber sido creados en sus tierras de origen (esto es impensable en regiones musulmanas) sino inspirados por sus ricos mosaicos sensoriales.
Después de todo, estamos en Barcelona. A vuestra salud.
Diciembre 2015
Prohibida la entrada a menores de 18 años.
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